Maravilloso. Es el adjetivo que define a la perfección la celebración, ayer sábado, del I Encuentro Literario "Villa de Espejo", en el que nos dimos cita una veintena de poetas llegados desde diferentes lugares de Córdoba y provincia. A las 11 nos esperaban en el centro de la localidad diferentes autoridades del Consistorio espejeño para mostrarnos la belleza de sus rincones con una magnífica guía María José Leva. Así que recorrimos el lugar deteniéndonos en el Mercado Municipal, en la Sala Robert Capa que rinde un homenaje al que es considerado padre del fotoperiodismo. En ella pudimos ver la famosa fotografía del miliciano que durante tantos años se situaba en la localidad de Cerro Muriano, pero que, hace algunos años, según los estudios del Profesor Fernando Penco se situó en Espejo. Un recuerdo también muy importante para la que fue pareja de Robert Capa, la fotógrafa Gerda Taro que falleció muy joven en la contienda de nuestra guerra civil a la temprana edad de 26 años. En 2021 se inauguró la escultura dedicada al miliciano, basada en la fotografía del Robert Capa. Fue la fotografía más difundida de la Guerra Civil española. Un monumento realizado por el escultor cordobés José María Serrano Carriel, que está ubicada en el centro de la Haza del Reloj. Estuvimos también visitando la Iglesia de San Bartolomé, una auténtica maravilla que se sitúa entre el gótico más tardío y el barroco. Allí nos recibió el párroco Francisco García Velasco, un hombre realmente peculiar, amable, lleno de simpatía que nos contó un buen número de anécdotas de artistas plásticos como Ginés Liébana o Aurelio Teno. Y nos habló de la construcción de la Iglesia y de todas sus características. Espejo cuenta con unas maravillosas vistas que pudimos disfrutar en los alrededores de su castillo, que data del siglo XIII que es el lugar más alto de la campiña cordobesa. Desde allí se pueden distinguir los montes de Alcaudete en Jaén e incluso pudimos ver Sierra Nevada. Nos dirigimos después a la Casa del Agua, un centro de interpretación dedicado al patrimonio hidráulico de la antigua colonia romana "Claristas Lulia". Un emblemático edificio es, en sí, un antiguo depósito de agua que ha sido restaurado con esmero para preservar su valor histórico y cultural.
Nos dirigimos después a la Capilla de San Miguel donde pudimos observar y disfrutar del fervor de los espejeños hacia la imagen más querida de su Semana Santa que es el Nazareno de la villa, una impresionante talla del imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo que data del año 1940. Justamente después llegó la hora de la comida, una amable invitación del Ayuntamiento de Espejo en la que degustamos algunos de los productos más característicos de la localidad en el Restaurante La Peña de Los Amigos.
A las seis de la tarde nos dirigimos a la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza erigida en el siglo XVI y reconstruida a principios del siglo XIX. Desde comienzos de la pasada centuria, tras haber sido definitivamente cerrada al culto y hasta bien avanzada su primera mitad, este local fue destinado a la enseñanza de la infancia espejeña, a cargo del Patronato de D. Trinidad Comas y la consiguiente fundación de una Escuela Católica Elemental, a expensas de este ilustre presbítero espejeño, Actualmente se halla cerrada al culto y tan solo se utiliza a modo de salón cultural.
Allí se realizó el recital donde los poetas participantes pudimos leer algunos de nuestros versos. Tras la lectura, la Concejala de Cultura, nos obsequió con un diploma a cada uno de los intervinientes. Así se dio por terminado este I Encuentro Literario "Villa de Espejo", al que deseamos continuidad en próximos años.
Mi agradecimiento más profundo al amigo y compañero poeta Manuel Sanchiz Salmoral, organizador y coordinador del Encuentro y al Ayuntamiento de Espejo por la cálida acogida y el buen hacer en el desarrollo del mismo. Y, un auténtico orgullo, compartir con mis compañer@s poetas un día tan espléndido y enriquecedor. Mil gracias a tod@s.
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