PEÑARROYA-PUEBLONUEVO

Nada me ha satisfecho más en los últimos meses que presentar el pasado viernes mi libro "Tráfico de Influencias" en mi pueblo. Y digo mi pueblo porque, aunque nacida en Córdoba capital, he de decir que Peñarroya-Pueblonuevo fue siempre mi pueblo. El de origen, ese que te ata a la tierra para no soltarse nunca.

Es el pueblo de mis abuelos, de mis padres. En el que pasé fabulosos veranos, recogidos días de Semana Santa y muy felices navidades. La verdad es que siempre es estupendo volver a tus raíces, sentirte muy cerca de ellas, llevar en el corazón las ganas de querer hacer siempre algo por ese lugar. Porque queremos que ese lugar que vive en nosotros, suelte sus alas y salga volando hacia el progreso y el futuro. 

La presentación corrió a cargo de mi buen amigo Alberto Díaz-Villaseñor. Hizo una magnífica presentación porque la hizo interactiva, animó los asistentes a participar en el diálogo que se entabló en él y yo.

Fue entrañable volver a verlo y darle ese gran abrazo que nos dimos.

Allí saludé también a mi buen amigo Pedro Cabrera (Portavoz de Izquierda Unida) en el Ayuntamiento peñarriblense, a Luciano Carrasco (Concejal de Cultura) y a algunos concejales más, (y me perdonen, por favor), por no recordar su nombre. A todos ellos también muchísimas gracias por su apoyo y bienvenida. Al cronista de Peñarroya-Pueblonuevo, Jerónimo Mohedano a quien apreciaba mucho mi familia.

Alberto utilizó en la presentación la fórmula entrevista que siempre da muy buenos resultados y resulta mucho menos pesada que las presentaciones al uso. Yo intenté recordar mis años de niñez y adolescencia en Peñarroya-Pueblonuevo. Y es que, como dije anteriormente, es  la tierra que llevo dentro, que llevaré siempre dentro.

Agradecimiento también a mi buen amigo y compañero de los medios José Alonso que, además de hacerme una magnífica entrevista en su programa del mediodía en Radio Peñarroya, estuvo también acompañándome en la presentación y, a la vez, cubriendo el evento cultural.

Gracias al público asistente que fue muy respetuoso, que hizo varias preguntas sobre mi poemario. En suma, un viernes 14 de Abril por cierto, Día de la República, que estuvo sembrado de sensaciones maravillosas y que a mí, me llenó de orgullo, porque compartí mis sentimientos y mis recuerdos que con personas muy queridas.

Gracias Peñarroya-Pueblonuevo. Te debo tanto y tanto. Siempre estás en mí.