Y EN EL AIRE, LOS VERANOS

Un auténtico gozo fue compartir ayer, en la Filmoteca de Andalucía, la presentación del último libro de poesía de mi buena y querida amiga Rafaela Hames. Ya de por sí, la propuesta que nos hizo Rafaela tanto a María José Mures como a mí de presentarla, fue maravillosamente acogida por nosotras porque queremos infinitamente a Rafi. El poemario lleva por título, "Y en el aire, los veranos". Es una auténtica delicia. Diseña Rafaela en treinta y seis poemas, con títulos de juegos clásicos de nuestra niñez, un oasis de verano donde la canícula extrema se siente diluida. La infancia es algo común entre los poetas, es el momento histórico en el que el poeta es plenamente él mismo; el momento en el que, por así decirlo, es más sincero y natural con su realidad. Es una etapa de felicidad suprema y no hay conciencia de fin. Habría que recordar aquí que para entender la obra de Baudelaire o Verlaine podemos encontrar la aproximación al Paraíso, esa idea de paraíso define la obra de estos autores y de otros muchos.

Con un lenguaje rebosante de frescura por ríos, arroyos, mares y lagos que son las partes en las que se divide el libro, la lectura nos adentra en aromas de café o de hogueras; nos llena con sonidos de cigarras en trance o conciertos de grillos, todo sentido y armonizado desde la perspectiva de la niñez.

El verano es el símbolo donde se asientan estas páginas, los días de calidez y aire libre, los juegos totales de siempre que se intercalan con las calles y los descampados del barrio antiguo, todos esos personajes que han sido erosionados por las manecillas del reloj. En el libro el mundo está visto con los ojos de la infancia y en el poemario no solo nos encontramos metáforas de belleza sensorial a la naturaleza, vemos además, que el libro no podía dejar atrás lo lúdico pues cuando se juega se engrandece la dimensión intelectual, afectiva y social, y es que en  las necesidades vitales del hombre, el juego está o debería estar presente. El juego, como decía Bertrand Russel "es la base existencial de la infancia", es la conducta y el modo de actuar característico del niño.

De modo que, un libro a tener muy en cuenta, incluso de cara ya a los meses de canícula que tenemos encima. Y nos podemos refrescar con su lectura donde también el elemento "agua" desempeña un papel fundamental como hilo conductor de los poemas.

Gracias al Centro Andaluz de las Letras con Antonio Luis Ginés al frente, a la Filmoteca de Andalucía con Pablo García Casado que, además, nos permitió estrenar el patio de la Filmoteca, precioso espacio que debe ser ya un referente para las presentaciones primaverales y estivales.

Y, por supuesto, a todo el público que asistió a la presentación.

Y a nuestra querida amiga Rafaela Hames que ha escrito un poemario bellísimo editado por la Editorial Cántico que cada día va sumando libros a sus colecciones, con una calidad y un gusto realmente exquisito. Enhorabuena a Raúl Alonso por ese buen hacer como editor.