Anoche, en el Museo de Bellas Artes, nos reunimos un nutrido grupo de poetas cordobeses para homenajear con nuestros poemas al insigne y universal pintor Julio Romero de Torres. Es otro de los actos que se han venido desarrollando este año para conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento.
El acto fue presentado por el poeta Antonio Varo Baena. Y contó también con la intervención del recién jubilado director del museo, José María Palencia, quien leyó un texto de una poeta madrileña sobre Julio Romero de Torres. El acto estuvo amenizado por el gran guitarrista cordobés Paco de Dios que nos interpretó algunas piezas flamencas con su habitual maestría y buen hacer. Puro arte.
Quedó patente en la presentación el alejamiento de los poetas más jóvenes que había sido invitados a dicho acto y declinaron dicha invitación, porque todavía hay muchos sectores que consideran a Julio Romero como un símbolo de la España franquista. Un error que, afortunadamente, está desapareciendo en muchas mentalidades.
A este respecto, el comisario de exposiciones y director del Museo Ignacio Zuloaga, de Pedraza, participó ayer, casi de manera paralela, en una conferencia organizada por el Ayuntamiento de Córdoba, donde expuso la dualidad entre la visión negativa de la España de principios del siglo XX y la que ensalza sus valores como último reducto de lo auténtico en Europa.
El conferenciante situó a Julio Romero de Torres, igual que a Zuloaga del lado de los fascinados por esa España Negra: "No detecto en Romero de Torres un gramo de denuncia, sino una poética muy andaluza ligada al simbolismo que provee por una vez al país de una visión de lo andaluz mucho más trascendental y mucho más oscura. En su opinión, Julio Romero es a la pintura española lo que Lorca y su Romancero Gitano es a la poesía, ya que su pintura es capaz de expresar con simbolismo y poética todas esas ideas sobre la muerte, el dolor y el amor, las cuestiones que marcan el devenir del ser humano. En su opinión, tanto Zuloaga como Julio Romero de Torres, pese a proceder de un contexto de denuncia social en el que se alinean de lado de los descastados, coinciden "en esa fascinación y reconocimiento de España como lo último auténtico y verdaderamente cultural que tiene Europa".
Algunas fotos del acto:
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